Ahora, hace poco más de seis meses que cerraron el aparcamiento de la calle Llibertat de Andratx.
Desde entonces, la situación no ha mejorado, todo lo contrario, ha generado quejas y críticas constantes a lo largo de seis meses por parte de los vecinos y usuarios de las instalaciones que, durante años, estuvieron abiertas al público.
«No ha funcionado ni la campaña de recogida de firmas”. Recuerdan algunos vecinos que entregaron en la Casa Consistorial numerosas firmas reclamando la apertura del aparcamiento y, por lo visto, de poco ha servido.
Un tramo de la calle Llibertat de la Vila, concretamente a la altura de la parcela que era el aparcamiento, es muy estrecho. Por la zona pasan a diario numerosos vehículos y los atascos del tráfico rodado están al orden del día. Además todo está señalizado con línea amarilla y señales verticales de prohibido aparcar, “que no se respeta».
Este aparcamiento público que gestionaba la Casa Consistorial en modo de alquiler a un vecino de la localidad cerró sus puertas por un conflicto vecinal.
Al parecer, un vecino de las instalaciones abrió un paso a través del aparcamiento directamente a su propiedad, instalando incluso unas barreras. El propietario, como era de esperar, mostró su disconformidad. Los daños colaterales llegaron a tal punto que el arrendador ante la situación creada se vio obligado a recuperar de nuevo sus terrenos y prescindir del contrato de alquiler que tenía con el ayuntamiento.
La Casa Consistorial, de esa forma, se vio obligada a cerrar el aparcamiento. La zona se quedó sin 80 plazas de aparcamiento y se pronuncia de esa forma la grave problemática que hay en la Vila para encontrar un lugar donde aparcar el coche.
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