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Este inmueble de alto nivel adquisitivo, tanto por su exclusivo emplazamiento como por lo que fueron sus acabados, ha pasado a ser una ruina, todo un peligro público…
Vivienda de ensueño con vistas a toda la Vila de Andratx y al Port d’Andratx. Fue construida a escasos metros de Sa Planeta. Desde la piscina se aprecian, a poco más de 200 metros, los tres molinos históricos de la localidad.
El acceso lo tiene por un sendero público, por la carretera de Estellencs; una vez en la mansión puedes contemplar prácticamente, desde cada rincón, todas las calles de la Vila de Andratx. En los grandes ventanales quedan encuadrados la iglesia de la localidad y el Castell de Son Mas, sede del Ayuntamiento de Andratx.
Desde el mismo sitio, los despachos municipales de Son Mas, observaron años atrás como la mansión se levantaba de forma irregular. Una pieza más del Caso Voramar. Ahora, sus propietarios reclaman indemnizaciones millonarias al erario municipal y existe una orden que reclama restaurar la legalidad urbanística en la zona.
Poco queda de ese sueño. Ahora, la casa es una ruina. Todos los cristales están rotos, pintadas, tabiques destrozados, puertas arrancadas, escombros y basuras completan todos los dormitorios, cocina, baños y salas de esta mansión. Por si fuera poco, hasta hay restos de una hoguera en una de las dependencias principales, incluido mensajes malsonantes escritos a base spray.
Algunos vecinos de la zona y no de tan cerca, están “artos de denunciar la situación”. Además, según añaden, “se ha convertido en un fumadero de adolescentes”. Recuerdan que hace unos años “sacaron a un joven herido de esa casa”. Nada impide el acceso y la situación es alarmante, “en cualquier momento puede pasar una desgracia”, afirman.
Es sin duda, una imagen más de un municipio que vivió inmerso a ciegas y sin control en la burbuja urbanística inmobiliaria y que, actualmente, de una forma u otra sigue pagando las consecuencias. MTE
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Este inmueble de alto nivel adquisitivo, tanto por su exclusivo emplazamiento como por lo que fueron sus acabados, ha pasado a ser una ruina, todo un peligro público…
El acceso lo tiene por un sendero público, por la carretera de Estellencs; una vez en la mansión puedes contemplar prácticamente, desde cada rincón, todas las calles de la Vila de Andratx. En los grandes ventanales quedan encuadrados la iglesia de la localidad y el Castell de Son Mas, sede del Ayuntamiento de Andratx.
Desde el mismo sitio, los despachos municipales de Son Mas, observaron años atrás como la mansión se levantaba de forma irregular. Una pieza más del Caso Voramar. Ahora, sus propietarios reclaman indemnizaciones millonarias al erario municipal y existe una orden que reclama restaurar la legalidad urbanística en la zona.
Poco queda de ese sueño. Ahora, la casa es una ruina. Todos los cristales están rotos, pintadas, tabiques destrozados, puertas arrancadas, escombros y basuras completan todos los dormitorios, cocina, baños y salas de esta mansión. Por si fuera poco, hasta hay restos de una hoguera en una de las dependencias principales, incluido mensajes malsonantes escritos a base spray.
Algunos vecinos de la zona y no de tan cerca, están “artos de denunciar la situación”. Además, según añaden, “se ha convertido en un fumadero de adolescentes”. Recuerdan que hace unos años “sacaron a un joven herido de esa casa”. Nada impide el acceso y la situación es alarmante, “en cualquier momento puede pasar una desgracia”, afirman.
Es sin duda, una imagen más de un municipio que vivió inmerso a ciegas y sin control en la burbuja urbanística inmobiliaria y que, actualmente, de una forma u otra sigue pagando las consecuencias. MTE
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