Un recorrido visual por lo más ordinario de esta encantadora isla, que nos mira como si el tiempo en ella se hubiera detenido.

MAGDALENA PUIGSERVER, presenta una serie única y personal de fotografías en analógico, en la que vemos lo cotidiano de esa Cuba revolucionaria y socialista que acabó con el capitalismo.

Con ese sistema que nos hace creer a los aquí, los del Norte, que vivimos mejor. Un sistema que vende libertad disfrazada, y que nos ha dejado atrapados entre pantallas, medias verdades y un individualismo descarado que deprime a quien se ha convencido de que ésa es la manera en la que hay que vivir. Una Cuba a la que le queda mucho por hacer, sí, pero de la que seguro tenemos mucho que aprender: de esa alegría de vivir, de la vida en la calle, de existir sin prisas… Del son constante de su música, de su fusión cultural, de sus gentes, de la riqueza y la belleza del mestizaje. De vivir, de vivir, de vivir…

Cuba sabe mucho de, como dicen en Italia, «Il dolce far niente» («lo dulce de no hacer nada»). Aprendamos de eso, disfrutemos de no hacer nada en lugar de sufrir la culpa de no ser «productivos» (otro concepto capitalista).

Las pequeñas cosas

Haciéndonos pensar en La nada cotidiana, la novela de Zoé Valdés, estamos ante una selección de imágenes que nos recuerdan que lo importante está en las pequeñas cosas de cada día, en el vacío pleno de la cotidianidad.- Tania Gavilanes – MTE