
Por una parada digna
El que la parada se haya convertido en zona de carga y descarga – cuando no aparcamiento de bares o el propio supermercado – ha acabado creando un innecesario foco de tensión en cuanto a tráfico rodado se refiere
Un hombre muy bien vestido pasea mirando con cara de desconcierto la rotonda de entrada a “la Vila”. Me acerco a él , al observar cierta necesidad de ayuda.

– ¿Le pasa algo, señor? Lo noto realmente desconcertado. El hombre me agradece la amabilidad, y me explica que ha venido a ver una casa en el coche de su jefe y ahora debe volver en servicio público a la capital. Pero me comenta que el único motivo de preocupación es que debe coger el autobús a Palma y no encuentra la parada.
– Si hombre si, está justo al lado de la salida del aparcamiento del supermercado, ¿la ve?
El ciudadano frunce ostentosamente el ceño.
– Con todos mis perdones, pero más que un servicio de transportes, eso parece un estercolero.

Me ofrece el puño amablemente, cruza el paso cebra más derecho que un pino y se dispone a esperar el 101 entre contenedores contaminantes. Al cabo de poco llega un moderno autobús y lo recoge. Para pasmo del palmesano, su auto pierde más tiempo dando la vuelta a la rotonda que recogiendo al pasaje. Observar el auto rojo y amarillo adelante y atrás mientras bloquea el tráfico de entrada al casco urbano ya se ha convertido en motivo de chanza. El día que una ambulancia quiera entrar, no lo será tanto.
La anécdota ilustra en qué se ha convertido el transporte público en Andratx, que no en el término municipal: en un tema menor. Y no lo es: no ya por la citada posibilidad de una urgencia que no pueda esperar la maniobra del conductor, sino porque existe la eventualidad de que a fuerza de apurar los espacios, se acabe dando una pequeña colisión. Como sugerencia constructiva, quizás lo más coherente fuera aprovechar la salida natural a Palma en los viajes a “Ciutat” y no ofrecer según qué actos de pericia conductora. El usuario saldría ganando, y la seguridad vial también.
Tapando la necesaria visibilidad de los conductores

La misma seguridad – esta vez sanitaria – que nos debería hacer preguntar hasta qué punto es legal que los consumidores de un transporte deban estar inhalando los gases tóxicos que emanan de los tanques de reciclaje. Como también el que uno de ellos esté físicamente encima de la acera, tapando la necesaria visibilidad de los conductores que se adentran en la glorieta y de los peatones que quieren cruzar el paso cebra. Haría muy bien este equipo municipal en quitar dicho foco de ratas de la parada del autobús. Pues como tal fue concebido.
Foco de tensión en cuanto a tráfico rodado se refiere
El que la parada se haya convertido en zona de carga y descarga – cuando no aparcamiento de bares o el propio supermercado – ha acabado creando un innecesario foco de tensión en cuanto a tráfico rodado se refiere. Máxime teniendo en cuenta que el almacén de la gran superficie tiene entrada propia por la calle Larache. Servidor ha vivido en diversas ciudades de España y Europa. Y no recuerda otro municipio que permita tantos usos a la vez en un mismo espacio. No se duda que sea legal.

Para acabar, sería de gran provecho para toda la ciudadanía recuperar la parada de la entrada del pueblo. La de Mestre Bartomeu Esteva. Y si se adoptara la solución de salir otra vez por la salida natural del casco urbano, retomar la situada un poco más arriba de la gasolinera. Pasar de cinco paradas a una es, quizás, un castigo excesivo.
Muchas gracias. Bernat Jofre i Bonet
P.S.: la calidad del transporte, fuera de toda duda. En veinte minutos estás en Palma.